Lo que nos intenta decir este Arcano, es que tomemos distancia de los acontecimientos antes de decidirnos, que meditemos a solas, en diálogo interno con nosotros,
Qué pidamos consejo, pero a quién tenga reconocimiento merecido en su saber. Nos cuenta que estamos pasando una crisis, pero que miremos hacia el futuro. Debemos hacer examen de conciencia
para dilucidar que cosas si debemos rescatar del pasado al presente, para continuar al futuro.
Este Arcano nos habla de tomar precauciones, tanto a nivel general cómo individual, dice que nos demos un tiempo, habla de observar antes de decidirnos.
Qué ten gamos en cuenta nuestra experiencia y no nos dejemos deslumbrar por pomposas palabras, circunstancias de opulencia o marcos excesivamente ampulosos, no confundamos la dignidad con la soberbia. Seamos humildes e interroguemos a nuestro corazón, la información la equilibramos con la experiencia y si todavía nos queda alguna duda, consultamos con una AUTORIDAD RECONOCIDA
por su saber en la materia.
El Ermitaño nos avisa para contener la precipitación, en esta semana debemos actuar con sigilo, tener un plan A,B,C, y por si! un plan D.
El Arcano Mayor VIIII representa al planeta Saturno, el de los retrasos y los impedimentos, pero tambien nos habla de las estructuras que hacen posible el discurrir de los acontecimientos, de unos cauces necesarios para poder transitar y disfrutar el paseo, vamos el camino a seguir, experiencia o intuición cómo queramos llamarlo, pero éso sí al fín nuestra vocecita interior nos dará una información supervaliosa para la resolución del problema. Y recuerden que la máxima autoridad en un tema que nos concierne, somos nosotros mismos, nuestra voz interior...
Para desarrollarla podemos hacer ésta meditación: nos colocamos en una habitación que esté en silencio, encendemos una vela e incienso si nos place, tambien podemos quemar una esencia de un aroma que nos guste.
Durante unos minutos nos concentramos en la respiración, visualizamos cómo en nuestro corazón una pequeña llama se insufla y arde más con cada respiración, cuándo lo visualicemos rebosante por la llama, pasaremos nuestra atención al tercer ojo en medio de la frente. Ahora cuándo respiramos notamos una llama que crece en esta zona, visualizamos cómo el fuego crece y sentimos cómo nos late fisicamente éste punto. Respiramos cómodamente y nos volvemos a centrar en la respiración, respiramos durante unos minutos y comenzamos a sentir nuestro cuerpo, su peso, movemos los dedos, las manos, los pies y abrimos los ojos. Tomamos agua.
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